domingo, 2 de febrero de 2014

El Alquimista PARTE DOS.

Santiago aprende a hablar árabe y el dueño  de la tienda le explicó más cosas sobre señales. El muchacho le dio unas ideas para que la tienda tuviera mejores ventas. Después de un tiempo Santiago ahorra suficiente dinero para regresar a España y antes de irse el señor de la tienda se despide de una manera grata.
Se fué en una caravana que iba a Egipto, conoció a un inglés el cuál conocía sobre las piedras Urim y Tumim y le explicó que eran piedras de adivinación para los alquimistas y le prestó algunos libros sobre alquimia. Después les informaron sobre una guerra entre clanes y debían llegar rápido al Oasis, un punto neutral donde nadie puede llevar armas. Al llegar durmieron para descansar, luego el  inglés le pidió ayuda para encontrar al alquimista, lo buscaron por todas las tiendas y no encontraron nada. Luego se encontró con Fátima para preguntarle sobre el alquimista y se enamoró perdidamente de ella. En el cielo un alcón atacó a un gavilán según la interpretación eran ejércitos invadiendo el oasis avisó a su jefe y este ordenó a cuidar del lugar armados, pero si esto era falso lo mataría y si es cierta por cada diez muertos le daba una moneda de oro.
Luego un caballero llegó en un caballo blanco, en busca del que había descifrado la señal de los gavilanes y el pastor dijo que había sido él, este resultó ser el alquimista.
Como advertía la señal fué cierto y el último en morir fué el jefe de los invasores. Se fue junto con el alquimista y le iba enseñando sobre alquimia, sobre la esmeralda y a escuchar a su corazón.
Un día un ejército los secuestró y el alquimista para librarse le prometió a estos que el pastor al tercer día se convertiría en viento, luego de varios días se alzó una pared de viento y el ejército al ver que el pastor estaba detrás de ellos lo dejaron ir.
Se fueron a completar su leyenda personal, llegaron a un campamento donde fueron recibidos y les preguntaron que traían consigo, entonces dijeron que el elixir de la vida y la piedra filosofal, más adelante fueron capturados por bandidos que querían asesinarlos, el alquimista les ofreció que en tres días el pastor se convertiría en polvo y si esto no pasaba serían asesinados. Y así pasó, después fueron a un monasterio y el alquimista utilizó la cocina para mezclar el elixir de la vida y la piedra filosofal, para crear oro, luego lo dividió en cuatro pedazos y los distribuyó entre ellos.
El pastor se marchó y llegó a las pirámides, empezó la búsqueda de su tesoro y no encontró nada, luego llegaron unos refugiados de la guerra y le robaron el oro, al rato les contó sobre su sueño y uno de ellos había tenido un sueño parecido y que si el era tan bobo como para creer en eso.
Llegó a España sólo con una pala y cansado, escavó y encontró un baúl con oro a montones y se tiró en el suelo contemplando el alivio y el sonido de la naturaleza.

Julieta Piñeres Vásquez
"El alma del mundo es el alma de Dios y el alma de Dios es tu propia alma"

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