viernes, 24 de enero de 2014

El Alquimista - Paulo coelho


PRIMERA PARTE 
El muchacho se llamaba Santiago, era un pastor andaluz, una tarde cuandooscurecía llevo sus ovejas hasta una iglesia abandonada para pasar allí la noche,saco de un saco su chaqueta para darse abrigo y un libro el cual cambiaba cadavez que podía por uno más grueso que fuera una mayor diversión y una mejor almohada. El muchacho antes había estado en un seminario porque su padrequería que fuera sacerdote hasta que en un ocasión decidió que quería viajar yconocer mujeres y nada mejor que ser pastor para cumplir su deseo. Conocía muybien sus ovejas y ellas eran la razón de su existencia, vivía en función a susamigas, y darles de comer y de beber y a cuidarlas de los animales depredadores.A pesar de ser pastor era una persona con mucha inteligencia, sabía leer y seinteresaba por las historias. Decidió pasar allí la noche, mientras dormía tuvo elsueño que había tenido una semana antes y despertó antes de llegar al final seencargo de despertar sus ovejas preocupado por un asunto: tenía que ir a laciudad de Tarifa en donde un comerciante de tejidos, que tenía una joven hija quelograba captar toda su atención.Al llegar a la ciudad entro a la tienda y el comerciante le pidió que esperara. Él asílo hizo, se sentó en el pavimento a leer su libro cuando oyó una voz femenina; erala voz de la hija del comerciante, hablaron largo rato, en el cual él le contó sushistorias. Al fin le toco su turno y al terminar de trasquilar sus ovejas recibió supaga y se marchó.

Mensaje: Que a pesar de los obstaculos que se me presenten en la vida debo seguir adelante con mis metas

Javier David Mercado Moreno

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